NO LES RECES A LOS MUERTOS – LENIN SOLANO AMBÍA
No les reces a los muertos | Lenin Solano
Ambía
Reseña
por L. Benjamín Román Abram
LA NOVELA POLICIAL PERUANA Y NO
LES RECES A LOS MUERTOS
No les reces a los muertos, el propio título nos asoma al camino de la obra.
Desde sus primeras páginas ya estamos inmersos en una novela de género, el
conocido como novela negra o policíaca, con una pizca de la sordidez de la
escuela americana, a pesar de que cita varias veces al imaginario inglés
Sherlock Holmes, seguramente como un homenaje a los precursores. Lenin Solano
suma esfuerzos con reconocidos autores peruanos, como son Mirko Lauer, Carlos
Calderón Fajardo, Peter Elmore, Alonso Cueto, Fernando Ampuero, Santiago
Rocangliolo, Diego Trellez, Isaac Goldemberg, entre otros, para así construir
la versión nacional de esta corriente.
Su argumento, el que no
develaré, va in crescendo
y como es lo esperado, tras los asesinatos nos lleva a la cumbre en el final.
El odio de unos de los personajes hacia otros parecería desmedido, pero basta
tomar un diario o ver un noticiero para advertir hasta donde lleva el desvarío
de algunas psiquis humanas. El libro de manera explícita o implícita es pleno
en discusiones sociales, políticas, e institucionales.
Con lo dicho no estamos
refiriéndonos solo a buenas ideas, más bien a buena literatura, porque Lenin
hace un uso impecable de las técnicas creativas sin que esto signifique que el
lector deje de encontrarse con un texto cómodo. Su prosa admite la revisión de
unos mismos hechos desde la óptica de diversos personajes, por lo que en un
crimen podemos percibir, en un capítulo, la angustia y sufrimiento de la
víctima; y en otro el placer sádico del victimario. Prueba con constantes
saltos en el tiempo de la historia, acoge la vuelta de tuerca, y destaca por su
soltura en el empleo de la segunda persona, con lo que da indicios del
desdoblamiento de la personalidad del asesino en serie, este recurso, valgan
verdades, algo bastante difícil de plasmar adecuadamente por lo que rara vez es
utilizado en las obras ficcionales.
Está poblada de voces
múltiples, con jerarquías apenas marcadas, pero sus actores tienen un carácter
diferenciado. No apela a la pista falsa ni ensaya extraviar la atención del
lector hacia una solución equivocada. Menciona en cambio, y de manera
reiterada, la huella delatora, simples bolsas de snacks
y otras que aparecerán en el decurso de la lectura.
Prepárense, No les reces a los muertos
dejará mucho más que el placer de conocerla.