Un domo muy bien construido - Reseña por Benjamín Román Abram / noviembre 2020
Exactamente un año después de haber
realizado la reseña de “Pandemia Z – Supervivientes”, acometo la de la segunda
obra de Mego Ramírez, un puñado de cuentos futuristas bajo el nombre de “El
Domo – Historias Distópicas”. Lo
conforman nueve historias autónomas, a veces desoladoras; otras, con un rayo de
esperanza; pero siempre vinculadas, en gran medida, entre sí.
En lugar de nueve sinopsis, se puede resumir los
argumentos como la historia de una humanidad que luego de renacida es
sometida por el poder de corporaciones, y después por un software totalitario,
que decide lo que es bueno o malo. Además de fallar, encamina al ser humano al
ocaso; aunque algunos individuos se resisten con menor o mayor éxito.
La joya de la corona es “Extinción Programada”,
si se lee lentamente puede saborearse como una novela. Así, el lector podría considerar
a las grandes distopías de todos los tiempos: Nosotros, 1984, Un Mundo Feliz y concluir
con “Extinción Programada”.
El autor se nutre de lo que ya está
ocurriendo en nuestro mundo, en el que ya una China realiza el control de la
vida de sus ciudadanos a través del software o las omnipresentes aplicaciones
de las que nos hemos vuelto dependientes. Así como de las consecuencias del
veloz desarrollo tecnológico (la inteligencia artificial pronto hará que se pierdan
millones de empleos), el cambio climático, la contaminación, teorías del
posible fin de la humanidad (impacto de un meteorito) y conspiraciones.
Se abarcan un abanico de temas, incluso el
religioso hace presencia, ya sea a través de lo que muchos consideramos el Dios
Verdadero (cruz de madera es mencionada en uno de los cuentos) o un dios
monstruo. El amor de pareja y el amor filial son otros ejes para destacar, aunque
en el primer caso no hay propiamente escenas románticas.
En general en la obra hay más que
influencias, claros homenajes. Julio Verne y sus bellos personajes
estereotipados, la impronta de Lovecraft (y ambos en el mismo relato). Desfilan
Isaac Asimov y Stephen King. También se evidencia al renacido Nikola Tesla y al
polémico empresario Elon Musk. Se citan películas y novelas de ciencia ficción,
algunas de la cultura popular y otras para entendidos. Se traslucen desde
series como “Black Mirror” (que también beben de los clásicos así que no podría
decir hasta qué punto es original el programa televisivo, más que ser, una manera
válida que no se pierda lo concebido por los autores clásicos). Hay un notable acercamiento al steampunk. También
se nota que responde a la propia literatura fantástica peruana y es muy acertada
su creación, la yuca transgénica.
A pesar del
título, Mego Ramírez se tomó la licencia de incluir la ucronía, como es “Dominio
Mundial”.
Si algo más se puede decir de esta
obra, es que podría dar paso una versión alternativa para el público afín a la novela:
tomar el hilo conductor de los nueve cuentos, darle un orden cronológico más estricto
y convertir los relatos en capítulos de una novela.
No descartaría
otro título para alejarlo de la traducción en nuestro idioma de la novela de Stephen
King, La Cúpula.
En conclusión, sin ser totalmente innovadora, pero recogiendo aportes e influencias, termina siendo uno de los mejores cuentarios que he leído en los últimos tiempos. Lectura recomendada.